miércoles, 24 de julio de 2013

EL PRIMER IRONMAN NUNCA SE OLVIDA, CHALLENGE ROTH 2013

Todos coinciden en decir que el primer Ironman que haces puede hacerte aborrecer la distancia o engancharte para siempre, por suerte para mí no ocurrió la primera. Es una distancia especial, unos números que asustan cuando te aventuras por primera vez y que crees que no serás capaz de hacerlos. 226 Kilómetros que parecen pocos sobre un papel pero que llevados a la práctica suponen unos pocos de cientos de horas de trabajo, dedicación, esfuerzo, superación, disciplina y descanso para que el resultado sea al menos decente y productivo, para que te enganche y recojas los frutos cosechados durante tantos meses.

Llegué junto a mi compañero Juan (otro que tiene un par de huevos), a roth el sábado por la mañana, por la autovía que conectaba Munich con Nüremberg los nervios se palpan. Las risas y las bromas esconden un sinvivir y una ansiedad propias de cualquier novato que se enfrenta a la prueba más dura de su vida hasta el momento. Hacemos números, calculamos tiempos siempre por encima, comentamos nuestro plan de hidratación y comida, repasamos todo el material durante el camino y por fín llegamos a roth... Los pelos se nos ponen como escarpias mientras vemos carteles de "welcome triathletes", "land of triathlon", "caution, triathletes training" y más anuncios que demuestran el profundo respeto y admiración de esta tierra por su prueba y sus participantes. (Maldiciendo nuestro asqueroso pais en ese aspecto aparcamos y nos dirigimos hacia la zona de meta y registro de triatletas).

Tras andar 500 metros entramos en un recinto lleno de carpas, del tamaño de 4 campos de fútbol donde todas las marcas especializadas en triatlón sacan sus mejores galas, agasajan al participante, ofrecen bebidas isotónicas y muestran el material más novedoso y puntero que existe... mientras se nos cae la baba llegamos al registro y cogemos nuestra bolsa, que vaya bolsa por cierto... 5' en la reunión técnica y partimos para el pantano para hacer el registro de bicicletas y control de material. Todo en orden, montamos las bicis, las probamos, pasamos el control y nos metemos en ese laberinto ordenado de bicicletas, aviones, cohetes y pepinos de todas las marcas en busca de nuestra ubicación para dejarlo todo listo para el día siguiente. Musicón, ambientazo de primera y un lugar de ensueño donde hacer deporte es el escenario donde en menos de 20 horas estaría inmerso en mi propia batalla. Un par de fotos, un rosco del colmenero de alhaurín y vuelta para el hotel con los pelos de punta... Un buen plato de pasta, una buena birra y a la cama prontito porque el despestador sonaba a las 3:15 de la mañana... los niños duermen como ángeles, mi mujer hace lo propio y yo... con los ojos como platos, visualizando mi carrera, estaba deseando que empezara esto ya para que terminara pronto, sabía que estaba bien, que había entrenado perfectamente y que iba descansado, mi lucha no estaría contra el fallo muscular sino por saber como asimilaría la comida, cosa que para mí era una incognita, esas horas sin dormir pero tranquilo me sirvieron para pensar en mucha gente, en todos los que me habeis animado durante el camino, en aquellos que han compartido algún ratito en acompañarme en un entreno, en aquellos que ya no están pero que te acuerdas constantemente, en mis padres que se pegarían el madrugón para verme, en mis hermanos y mi mujer que sabía que estarían en la línea de meta para verme, y en mi abuela que aunque en la distancia estaría también conmigo.

Suena el despertador y ya estaba yo vestido y con todo preparado, bajo a recepción y enseguida bajan Juan y mis padres, nos montamos en el coche y salimos rumbo a allersberg. El camino pasó volando y cuando aparcamos y me salgo del coche las piernas me temblaban, hace frio (10 grados) y mientras mis padres esperan en el coche nosotros vamos a pasar el control de material y prepararlo todo. No sé cuantas veces fuí al baño en busca de ver el color de la orina, "transparente" bien... me entra la cagalera, voy 3 veces en menos de 30' y la alcachofa se me pone a toda pastilla de pensar que esto estaba ya en breve. Repaso la bici, dejamos las bolsas de la T1 y nos ponemos el neopreno. Juan salía 5' antes que yo, con lo cual me dio tiempo verlo, nos damos un fuerte abrazo y nos decimos lo mismo "disfruta amigo, esto está hecho, nos vemos en meta", se me saltan las lágrimas y automáticamente pongo el modo ON en mi cabeza. Entramos en el agua y me coloco en primera fila, doy media vuelta y visualizo ese increible panorama de gente en el puente, en la orilla del río, los globos gigantes al fondo, la música de gladiator a toda pastilla y de golpe vocinazo de salida. Me pongo a nadar y afrontar los 3,8 Km de agua

Me encuentro nadando de lujo, deslizando muchísimo, no se me va la cabeza de mi grupo y nado bien posicionado, a pies casi todo el recorrido de un corpulento alemán que me llevó a 1:31 todo el camino y que me despreocupó de tener que orientarme, solo de disfrutar del paisaje y sentir el agua. Cuando me dí cuenta ya estaba pisando la alfombra y al mirar el reloj veo 59:38, mucho mejor de lo esperado, super fresco y con unas sensaciones increibles me tomo un gel, 250 ml de agua, cojo mi bolsa y entro en la carpa. Me toca una muchacha super atenta que me va quitando el neopreno por los piés mientras otra chica me echa crema protectora en la espalda y brazos. Me pongo el maillot y salgo para la bici rápido a afrontar los 180 Km de recorrido.

Justo al salir del agua me encuentro a Juán, le grito y le animo para que lo pasemos en grande en este nuestro día, acto seguido me pongo a dar pedales y me encuentro super cómodo. Los Kilómetros pasan super rápido y la media va siendo buena, siempre rodando a 34-36Km/h en todo momento. Es un circuito genial porque esos pequeños repechos y falsos llanos hacen que cambies de postura para descansar del acople y poder comer tranquilo. El plan de alimentación va saliendo conforme el guion establecido, barrita a las y treinta y gel a las en punto, pastillas de sales cada 45' y 1 Litro de agua cada hora repartidos en pequeños sorbos cada 10'. Mi cuerpo asimila bien la comida y entre pitos y flautas entramos en Solarberg, ese tremendo repecho repleto de gente pareciendo que estás en el tour de francia, gritando tu nombre, haciendote la ola y aclamándote mientras la música suena a tope y el ruido es ensordecedor... los pelos de punta hacen que deje de apretar y disfrute del momento, sonriendo y animando yo al personal. Justo después vendría un pequeño terreno favorable con bajadas y pequeñas rampas y al pasar por el puente del canal donde se nadaba me llevo la primera sorpresa del día, mi padre estaba en medio de la carretera gritandome y animándome... no ví a mi madre pero sabía que estaba allí, me dió un subidón de adrenalina de los buenos y comencé la segunda vuelta con más fuerzas que la primera.


Miro el cuentakilómetros y la media no baja, 35,2 Km/h, me paro a pensar un poco en que hacer y decido seguir así hasta que reviente, se levanta bastante aire y hace que sea dificil mantener la misma velocidad, pero me acoplo todo lo que puedo y sigo apretando las bielas sin pensar en la carrera a pie. Tenía claro que si en algún momento me encontraba mal bajaría el piston y pondría el modo "supervivencia" hasta llegar a meta. Así que en esta segunda vuelta me pasaron muy poco ciclistas, adelantaba a muchos durante los repechos y en los llanos mantenía la velocidad de crucero sin mucho esfuerzo.


De nuevo en Solarberg me da el subidón pero esta vez subo mucho más suave, a molinillo, chocando las manos de los niños, disfrutando de ese lugar especial donde solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta y que hay que vivir aunque sea una vez en la vida.


Cuando quise darme cuenta ya tenía 170 Km hechos y me faltaban los últimos 10 Km hasta roth, se me hicieron un poco pesados porque pegaba el aire y ya tenía ganas de empezar a correr, me molestaba un poco la espalda y quería cambiar de postura, pero tras ver de nuevo a mis padres en el puente de hilpolstein los encaré con muchísima fuerza.



Justo al llegar a la T2 miro el reloj, y marca 5h19' y una media de 35 Km/h aproximadamente, muchísimo mejor que cualquiera de mis cálculos puesto que el circuito, aunque muy rodador, no era precisamente llano ni rápido. Hizo muchísimo viento y bastante calor, lo que hizo que me bebiera casi 8 botes durante el tramo ciclista. 
Al entrar en roth los voluntarios te quitan la bici y entras en la carpa en busca de afrontar los 42Km de carrera. 2 voluntarias me ayudan de una manera genial, una me saca todo el material de la bolsa, otra me quita el maillot y me da la camisa de tirantillas, me echa crema y me da los geles para la carrera. Otra me ayuda a ponerme las zapas y los calcetines, me animan en aleman y con su tan utilizado "super" me veo saliendo con muchas fuerzas a correr. Antes hago calculos, 6h27' y me queda una maratón por delante. Esto está hecho chaval, vamos a por ello, me digo...



Los primeros 4 Km son picando hacia arriba buscando el canal, hace calor, pero las piernas van de lujo, el haber avituallamiento cada 2 Km hace que puedas plantearte la alimentación de una manera bastante conservadora. En el Kilómetro 4 decido tomarme un gel, un vaso de agua, uno de isotónica y junto a las esponjas y los ánimos paso el Kilómetro 10 en 45'30". De puta madre fran, vas genial, sigue así, me animaba. En algunos momentos parecía que iba corriendo por el río guadalhorce, junto a mi casa en esas tiradas largas que me pegaba con la calina. Voy pasando gente y me voy animando, alguno se me pega pero lo soltaba rápido, me encuentro bien y las piernas responden. 

El calor hace mella en algunos que pronto se ponen a andar buscando agua, pero hasta el Kilómetro 13 no tomaría el siguiente gel, lo hago sin problemas, bebo más agua, isotónica y una pastilla de sales. Es en ese momento cuando el estómago me hace un amago de dolor, pero lo soporto bien. Bebiendo agua e isotónica llegaría a la media maratón en 1h31'58". Me paro en el avituallamiento más grande e intento tomarme el tercer gel, pero cual es mi sorpresa que al tragarmelo lo hecho y empieza a dolerme el estómago, mierda, vamos a tomar un poco de coca cola y a seguir como hasta ahora por favor, no te pongas ahora así guapetón...


Tras varios intentos fallidos por comer ya era sabedor de lo que me pasaría en pocos intantes, muscularmente iba genial pero las fuerzas irían mermándose hasta que dijeran hasta aquí has llegado chaval. Pero mientras eso pasaba puse una marcheta cercana a los 5'15" el Km y así aguanté hasta el Km 32, donde mi cuerpo dijo "basta"... una pena que fuese así porque llevaba 9h03' y si corría al mismo rítmo podría bajar de 10h, pero no tenía fuerzas... aún así intenté jugar a un juego para despistar al cansancio, me propuse hacer 10x1000 saliendo c/5'30. Venga parece divertido, empezamos y el primer km a 4'30", ando 1', segundo kilómetro a 4:45, ando 45", tercer kilómetro a 5:00, ando 30", cuarto kilómetro 5:15, ando 15", quinto kilómetro 5:45, no tengo fuerzas... mierda... se me vá el tiempo y antes de agobiarme pensé: "estás aquí para disfrutar so cabrón, para el reloj y disfruta lo que te queda..." y aunque me cagué 30 veces en mí sangre porque soy muy cabezón, paré el reloj y me paré en el avituallamiento del km 37. Ya de perdidos al río, me senté en el bordillo con un plato de sandía y me la cargué entera, una cocacola, un vaso de isotonica, agua y más sandía para el camino. Anduve aproximadamente 1 Km hasta el el 38,5 más o menos y entré en el WC. Por fín descargué todo lo acumulado y al salir era otro... ya todo era hacia abajo y de nuevo me puse en marcha. Ya no quise saber a qué rítmo iba, solo quise saborear todo lo hecho paso tras paso, LO CONSIGUES CABRÓN... LO CONSIGUES... entras en el pueblo y la gente te lleva en volandas, te anima, te miran con cara de superheroe, te chochan las manos, se ponen en pie, gritan tu nombre... me enamoré de esa gente y de ese pueblo os lo puedo asegurar...


Y al entrar en ese último Kilometro... te acuerdas de esa gente que te ha dicho, ese último kilómetro es indescriptible, y así es... no puedo explicarlo con palabras. No piensas en nada ni en nadie, tu mente está en blanco, te emocionas y te pones a llorar. La gente te empuja con sus palabras, te grita y te sigue alabando mientras entras en ese estadio y escuchas tu nombre en el speaker. Miles de personas ahí gritando y aplaudiendote y tú emocionado como un niño pequeño... de pronto oyes a tu familia, a tu mujer, a tus padres, a tus niños animándote... no los ves, solo los escuchas mientras entras como un autómata en la recta de meta y... TODO SE ACABÓ... no lo celebras, estas callado, pensativo, con la mente en blanco. Miras el reloj y ves 10h 14', "que gran estreno te has pegado chaval, enhorabuena...". Te abrazan de la organización, te felicitan y te ponen tu medalla, tu tesoro... tu camisa de finisher... me siento en el suelo y miro para atrás, a la meta, "tu cara tiene que ser un poema macho...", me derrumbo como un niño pequeño sin saber porqué, pero lo haces. Ha sido un año muy duro en muchos aspectos, y aquí tienes tu recompensa, eres un llorica, lo sabes, pero no tienes otra forma de expresar lo que con palabras no puedes...


POR FIN PUEDO DECIR QUE SOY FINISHER... y este no será más que el primero de muchos que están por llegar